Como segundo entrenador coincidí con él dos temporadas muy intensas en el (muy tristemente) desaparecido Cáceres CB y la memoria me lleva a preparar en tiempo récord (una mañana) este vídeo sobre Juan Orenga, ayer mismo nombrado seleccionador español. Me hace gracia a menudo contrastar recuerdos con material de vídeo, a ver cuanta convergencia (oh,que actual palabra) hay entre ambos mundos.Los hechos, la impronta y la interpretación de ambos.
Juan Orenga era un cinco de poste alto (les suena el lugar del campo, Marc Gasol es el actual arrendatario de ese minifundio).En ataque aprendió de John Pinone las bondades de jugar sin balón y como pareja con el otro pivot, procurando no repetirse en la bombilla y buscando lugares donde recibir y primero amenazar el aro, segundo buscar pase interior o cambio de lado, tercero el cambio de lado para el otro alero y cuarto la penetración (esto como último recurso en función de las facultades del defensor o del tiempo de posesión).
Al no levantar demasiado los pies del suelo, nunca fue un gran reboteador pero lo trataba de compensar con una labor de bloqueo de rebote, de posicionamiento defensivo bastante concentrado en llegar a línea de pase en el poste alto, contactar con atacante, preparado para dos contra uno y ayudas.Y, por supuesto, ningún reparo al contacto físico, azote de americanos nunca fue bien recibido por aficiones rivales tipo Baskonia, pero eso siempre es un punto positivo.Yo como entrenador me gustaría a menudo tener jugadores mal mirados por las otras aficiones (Felipe Reyes que es un crack no va a ser empleado del mes en muchas canchas de este país).
Gustoso de defender el poste bajo por delante y tres cuartos, heredó el zarpazo del oso y metía la mano desde línea de fondo al atacante con balón.Los desplazamientos defensivos laterales le costaban por peso pero inamovible con la posición ganada, difícil empujarle.
El poste bajo ofensivo lo trabajaba menos, si iba hacia al centro, gancho de los clásicos.Hacia línea de fondo, usaba fintas de tiro y habilidad en encontrar el hueco para buscar ángulo de tablero.Con la edad, el rango de tiro se suele ampliar, Juan Orenga sus últimas temporadas se atrevía con el triple frontal normalmente.Pero sin prodigarse demasiado,no era su hábitat.Evidente que siempre suplió velocidad con habilidad para adaptarse tácticamente a los retos que le presentaban los rivales.
Esta es su semblanza audiovisual, a ver qué os parece.
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