Os presento a Eva Navarro, nuestra Embajadora del Valencia basket,os cuenta que hemos hecho el día 2 de esta aventura:
Hoy ha sido un día muy intenso… A las 8 de la mañana para visitar la zona de los Costwold, que tiene unos paisajes preciosos pero que está a más de dos horas de Londres. Imaginaos el panorama… el guía intentando introducirnos en la excursión y nosotros –que aún no nos habíamos recuperado del día de ayer- medio dormidos… Finalmente su insistencia y lo interesante de la conversación ha logrado mantenernos despiertos y atentos.
Primero hemos visitado un centro de convenciones escondido en unos parajes en los que a cualquiera le gustaría quedarse a pasar unos días y desconectar de la rutina con un poco de aire puro. El edificio está construido imitando las clásicas casas inglesas del siglo XVII, pero en su interior esconde un millón de tecnologías que hacen que casi se autoabastezca: placas solares, iluminación por leds y con detectores de movimiento, plantas para reciclar los residuos, tuberías que recogen el calor de la tierra y crean energía… En fin, una casa del futuro con apariencia de hace 400 años.
Después hemos ido a un pueblo, Broadway, que era la Inglaterra más profunda… Todas las señoras parecían la reina y los señores iban al pub con corbata, eso sí, de lo más majos todos. El ‘sightseeing’ que dicen por aquí, muy bonito. Casas de piedra, tejados de paja, jardines…
Ya de vuelta a Londres, no nos hemos resistido a parar en Oxford. Me ha encantado… entran hasta ganas de estudiar visitando sus calles y sus coleges.
Por la tarde ha llegado el gran momento. Si nada más entrar al parque olímpico y ver el ambientazo que hay por las calles ya se ponen un poco los pelillos de punta, qué decir de cuando hemos entrado al estadio. ¡Puf! La sensación es indescriptible. Se te contagia la energía de la gente y no puedes parar de gritar y de aplaudir.
Da gusto como apoyan los británicos a sus deportistas, en cuando uno de ellos pisa el tartán parece que la grada se va caer. Aunque por supuesto nada comparable con ese momento en el que ha salido Usain Bolt a la pista y menos aún cuando ha ganado su prueba… Creía que el estadio se caía. La grada brillaba con tanto flash. Ha sido espectacular. Dudo que ninguno de nosotros olvide nunca ese momentazo (seguramente las tropecientas fotos y videos que hemos grabado nos ayuden).
Por cierto, que hoy hemos podido ver a Ibaka y hacernos fotos con él. En el Parque Olímpico uno ve deportistas por todas las esquinas, comprando en las tiendas, cenando al lado suyo en una mesa… Todo de lo más natural…