El tablero, ese gran olvidado, el que era el mejor amigo del jugador. Ya casi no nos acordamos de él.
Trabajando técnica individual con Alfred Julbe he aprendido muchos detalles, uno de ellos, los EFECTOS y las ROSCAS. El uso del tablero, habituar a los jugadores a que se familiaricen con las distintas reacciones del balón en su choque con el cristal. Ampliando el espacio que se suele tocar, reducido por nosotros entrenadores prácticamente al recuadro blanco y sus vértices. Hay más tablero y hay que saber cuando es beneficioso.
Muy útil en las finalizaciones de aro pasado, en desequilibrio, tras falta recibida intentando un tiro difícil, bandejas largas, con los pies y el cuerpo mal puesto. Son muchas situaciones que se dan en cada partido, ¿no las entrenamos?
Muchas cuestiones puntuales, cuando hablo que las he entrenado, que nadie se crea que la idea es tardes y tardes haciendo esto, hay que saber la cantidad de tiempo y el momento adecuado.
Ayuda a meter canastas y el que mete más es el que gana.