Vuelta a los clásicos, el sábado pasado, repantingado en mi sofá veía el Penya-Unicaja donde descansaba de mi partido del día anterior. Buscaba la calma tras la tormenta, en la soledad de mi salón era fácil, no había miles de personas a mi alrededor, no había 10 jugadores ansiosos por jugar que no por escuchar, no había nadie.
La mirada y las palabras de Aíto fueron reveladoras para mi, este TIEMPO MUERTO que edito para que puedas verlo debería enseñarse en los Cursos de Entrenador. Mostrar tranquilidad sin que la frialdad traslade una distancia insalvable ni signifique falta de implicación me parece un reto tremendo que Aíto consigue en base a su lenguaje corporal, la profundidad de la mirada y la sencillez de sus argumentos.
Más merito tiene aún este momento congelado, vienen de un buen parcial (7-0, creo) y salen del Tiempo para matar el partido que habían tenido cuesta arriba.
No busques la piedra filosofal de una defensa en zona en este tiempo muerto, pero no seas tan cerril de pensar que eso que dice Aíto lo podemos decir cualquiera. ¿Así? No.