Hoy lunes ya está dada por finalizada la pretemporada, empezamos la temporada el próximo fin de semana.Muchas cosas han pasado estas últimas ocho semanas desde que regresé a Sapporo.La más preocupante para mi es que apenas hemos tenido partidos de preparación, por logística solo tres enfrentamientos, de los cuales solamente uno contra un equipo completo con americanos, el campeón Toshiba que nos ganó por dos puntos.Hemos entrenado bien, pero no sé con respecto a quién, y este negocio va de medir tu trabajo contra otros equipos como principal guía.
Es mi segundo verano e inicio de otoño en Sapporo (Hokkaido), la rutina se ha instalado en mi vida asiática, ya no me suena todo a «chino», esta aventura ya no genera la atención de las radios que me llamaron el pasado verano e incluso el contacto con la gente en España se va espaciando, confiados en las malditas/benditas redes sociales. Nuestra intensidad de entrenamientos ha sido muy superior a la primera pretemporada, el conocimiento recíproco que tenemos jugadores y cuerpo técnico ha ayudado pero hasta que no juguemos sábado y domingo contra el Mitsubishi Nagoya de Trifón Poch, no tendré más luz sobre carencias y habilidades.
He visitado algún rincón de mi isla que no conocía, me he vuelto a bañar en algún onsen, he disfrutado de la extraordinaria temperatura veraniega de Hokkaido (ya vendrá el tío paco con las rebajas en invierno). Hemos hecho una comida para los aficionados rotando de mesa en mesa y hablando con unos 200 de ellos, hemos subido a la Virgen de la Montaña al Templo de Maruyama, de confesión sintoísta, el más importante de la ciudad. Allí se ha pedido por la temporada (o eso me dijeron) y hemos tenido un breve acto con decenas de reverencias. Japón es un país con una espiritualidad no exclusiva, lo normal es combinar aspectos budistas y sintoístas.Me agrada que no hay ninguna «guerra» solapada entre creyentes y ateos, ni entre religiones. Ahora, tengo bien claro que la verdadera religión de este país es la tradición en si y la jerarquía de la empresa.Los status quo son inamovibles.
Me metí en un jardín que no me había metido nunca en España, así soy de guay a veces… A la salida del templo, había periodistas y en el canutazo me preguntaron si en mi país se iba al templo con todo el equipo a pedir por la temporada, yo les dije que según costumbres y tal, que antes era más habitual, blablabla pero me acordé de alguna vez que en mi ciudad al conseguir algún logro habían subido corriendo la montaña a la ermita de la Virgen, para que más…
-¿Coach, si entramos en playoffs haría lo mismo aquí en Sapporo? me pregunta uno.
¿Y QUÉ LE DIGO A ESE JAPONÉS CON CARA DE ILUSIÓN?
Pues que si, que iría desde el pabellón hasta el templo de Maruyama andando (no corriendo). Y para rematar la función, en la comida con los fans (la mayoría de las más aficionadas el baloncesto en este país son «jóvenas» de una edad indeterminada entre 35 y 58 años) un buen grupo de ellas me dijeron que si podían unirse a mi en esta caminata.Ahora ya no sé si quiero que entremos en playoffs o no…
Estuve en Tokyo en la reunión anual de entrenadores con la liga y además de departir con otros compañeros estadounidenses (lo siguen colonizando todo más que ningún otro país), pasé un rato largo charlando con Trifón Poch, con el que en España no había tenido oportunidad de pasar tiempo.Fue agradable compartir experiencias, confirmar frustraciones mutuas y aspectos de la vida de un entrenador español en este país, era curioso porque el veterano era yo en esta conversación, cuando Trifón tiene una hoja de servicios en ACB que ya me gustaría tener la mitad.El calendario nos ha puesto a enfrentarnos este fin de semana lo cual no me gusta ni un pelo, porque mi opinión nada lisonjera es que van a hacer una muy buena temporada, están en la otra conferencia y yo los veo arriba del todo en la clasificación. Veremos si acierto o no.
El piso que me han dado este año en el club tiene una habitación extra con tatami donde queremos poner un futón y tener al menos un espacio oriental en nuestro día a día.Ya tenemos confirmadas las visitas de varios amigos, con hijos incluidos, lo cual me llena de ilusión.El año pasado todos los amigos y familia que vinieron significaron una motivación extra por la visita en si y por la sensación que me pareció ver en sus rostros al irse, Japón es toda una experiencia que recomiendo vivamente. Los que encontramos que no tenemos nunca tiempo para viajar, nos engañamos de una forma terrible, sobre todo cuando existe una oportunidad difícil de volver a darse, que alguien cercano nos enseñe un país de primera mano.No te engañes.
En diez días o menos llegan Mónica, Manuel y Miguel y eso es un notición de los grandes. Mónica ha pedido una excedencia de dos años en su trabajo como profesora en Extremadura, pese a estar a gusto y motivada en su último destino.Es una apuesta por la familia, es una decisión valiente de explorar otros caminos laborales y vitales, es una declaración de amor.Es mucho.
Y para acabar comentaros que esta temporada haré mis análisis y vídeos en Kia en Zona, portal dedicado al basket y patrocinado por la marca de coches coreana (todo me lleva a Asia). Es bastante satisfactorio compartir píxeles con Antoni Daimiel y con Gonzalo Vázquez, referencias absolutas del periodismo y el buen escribir de basket. Lo coordina todo David Sardinero, con el que empecé a trabajar en Marca TV y que te lo hace todo muy cómodo y muy profesional, apuntad este último nombre.