Esa suerte difícil, que se baila agarrado, antiguo, como un chotis. No el medio ganchito, no. Me refiero a el gancho largo, del cielo, para ganar al defensor con la técnica, con la clase, con la punteria. Ese sublime golpe final de muñeca. Podemos tirar treinta veces de 3, de las cuales varias serán piedras…