Llega esta época del año y empiezan a sucederse los partidos con interés táctico, estratégico y emocional. Las competiciones entran en su tramo más terrorífico. Y hasta aquí, los lugares comunes. CSKA la jiñó de mala manera en un partido que tuvo ganado por dos veces. Ganando de dos en el partido, Teodosic hizo falta cuando restaban 10 segundos para tener la última bola, hasta aquí, se puede entender que teniendo a De Colo y a él mismo, confiara en sus posibilidades ofensivas más que en la defensa de su equipo. Vale, se lo compro porque como entrenador a veces me gusta esa decisión aunque he optado muchas más ocasiones por defenderla. También digamos que como entrenador no tienes más que una parte del poder, sobre todo si no hay balón parado o tiempo muerto. Siempre la mayoría de las decisiones tácticas individuales de un final de partido caen en un porcentaje amplísimo en los jugadores.
Pero el final de la prórroga fue un festival de errores rusos. Ganando de tres puntos no hicieron falta, Kyle Hines puede hacerla y decide defender. Que no me venga nadie con aquello de Popovich y los Spurs porque en el CSKA como todo hijo de vecino FIBA usa las faltas tácticas a toneladas, la última de ayer una de Vorontsevich que corrió a la banda en medio campo a parar el hombre balón azulgrana como cuando de pequeños jugábamos al «Tú la llevas», vamos que da igual donde le toques que ya no la quedo yo, o sea, que da igual donde contactes con el defensor, da igual que no intentes jugar la pelota, que se señala falta normal y moliente. Hines no la cometió cuando pudo con Carlos Arroyo en situación de no-ventaja y Doellman fintó como suele el bloqueo directo para abrirse, Kurbanov se quedó a realizar una ayuda imaginaria (Hines puede en general durante muchos segundos con jugadores pequeños en defensa, o la ventaja que le crean no es demasiado grande como para abandonar a tu hombre tan pronto en la ayuda). Arroyo le pasó a un Doellman en ese semi-pop y partido empatado.
Hubo dudas sobre si iban al tiempo muerto, pero no fue así. Eso perjudicó más al Barcelona pues el mismo Carlos Arroyo se retrasó al ir a defender a De Colo, pero Teodosic no la dió de primeras y luego no esperó a que De Colo se liberara del jugador de Puerto Rico. No esperó y apenas gastó menos de la mitad de los 5 segundos de los que disponen los sacadores. A que no recibiera De Colo ayudó mucho Satoransky (Carlos Arroyo, además de llegar tarde tampoco estaba muy cerca de su hombre), el jugador checo estaba en una posición excelente: alejado del saque, reduciendo espacios para romper líneas de pase y de cara al balón! no permitiendo el auto-saque, no es la primera vez que consigue resultados excelentes en la defensa de saques de fondo o banda en los últimos segundos, envergadura, velocidad y deseo. Hines no quería la bola, estaba dando espacio a De Colo, no estaba preparado cuando Teodosic la sorteó hacia su lado. Vorontsevich en el lado contrario dudaba pues se suponía que De Colo iba hacia allí pero en mitad de la ocupación de ese espacio, para y se desequilibra, para mi gusto porque quería volver sobre sus pasos en una finta de recepción leyendo la denegación que Satoransky había conseguido. Aún así, De Colo en su camino al MVP y tras un partido excelente par mi gusto no mostró suficiente jerarquía en estas situaciones, no es un jugador super explosivo y el Barcelona puso muchos problemas en muchos saques de banda y fondo importantes pero hay veces que la táctica y la pizarra están mucho más abajo que la personalidad de querer la bola. Y eso no se entrena. Se quiere o no se quiere.
Destaco habitualmente detalles técnicos de Milos Teodosic, pues me encanta su forma de leer el juego y algunos aspectos ofensivos, en eso estamos todos de acuerdo. Pero es tan complicado juzgar con compasión algunas de sus decisiones tácticas… Un base de su nivel no puede tirar por el retrete un
Es relativamente sencillo criticar los quintetos del Barcelona en los últimos minutos porque Arroyo+Navarro+Doellman+Tomic son cuatro jugadores como dicen los americanos «One way», que su producción es ofensiva y que en defensa, juntos en la cancha, restan nivel físico al poder destructor de su equipo. Ayer hubo muchos cambios de ese tipo, acertar nunca es sencillo, es más, yo, en mi sillón veía a Pau Ribas en cancha porque puede ser de lo más completo para esos momentos, atrás y adelante. Pero Xavi Pascual acierta poniendo juntos de nuevo mucho tiempo a Tomic (agarra rebotes ofensivos claves) y a Doellman que se ha perfilado como el hombre que tira de este carro en los segundos más delicados de la temporada, pisoteando la chicharra contra el Real Madrid y ayer doblemente en 5 segundos. Alucinante, increíble.
En el vídeo analizamos todos los detalles de este final asombroso.